martes, 5 de abril de 2011

La estructura que Otto Herrera montó

Otto Herrera montó una estructura al servicio del cartel del Golfo, donde hay colombianos, un diputado y su hermano, narcotraficantes solicitados por Estados Unidos, y sus tres hermanos.
Equipo de Investigación
Fuente menor Fuente normal Fuente grande
Ampliar imágen EP Foto:  Image 33311
Las autoridades de combate al narcotráfico lograron determinar la red con la que operaba Otto Herrera, el narcotraficante capturado en Colombia en junio pasado. Su poderosa estructura era un brazo fuerte del cartel del Golfo que opera en Izabal, Petén, Zacapa, Chiquimula, el noreste de Quiché, Alta Verapaz, el norte de Baja Verapaz y el norte de Jutiapa.

Investigaciones policíacas identifican a más de 40 personas en esa estructura, entre ellos, lavadores de dinero, colaboradores y enlaces internacionales.

Según los análisis, aunque Herrera era un hombre agresivo en el negocio de la droga, necesitaba de gente a su alrededor para tener éxito en sus operaciones. Y los análisis de la Policía Nacional Civil (PNC) consideran que antes de su captura, dejó como su delegado a Guillermo Herrera, uno de sus hermanos.

De acuerdo con la autoridades, a Herrera hay que reconocerle el liderazgo que tenía en la red.

Siempre iba a la cabeza, no permitía que otros se encargaran de las negociaciones de la droga y solo en lo administrativo delegaba funciones, porque era él quien viajaba de un país a otro para supervisar la forma en que sería transportado el producto, por quién y en qué medio.

Responsabilidad que también lo hiciera caer en la trampa que, según versiones extraoficiales de Colombia, le prepararon las autoridades del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), que le hicieron llegar a un sitio bajo la premisa de un negocio de droga más barato que en el mercado regular, y que lo llevó a ser ubicado como uno de los 40 capos de la droga más buscados.

Los colaboradores de Herrera

Actualmente Guillermo, Carlos y Roger Herrera García, hermanos de Otto, tienen los mandos altos dentro del esquema vertical de la organización.

Otto buscó colaboradores que le escrituraban propiedades para miembros del cartel, delegó la administración de los cargamentos de drogas a otros y se hizo de ayudantes para enlazarse con los carteles de Colombia y México. El lavado de dinero lo tenían por lo menos tres personas.

“Los Pipa”, un negocio familiar.

Dentro de la estructura de Herrera, los hermanos del narcotraficante figuran como los principales jerarcas. Estos se involucraron en el negocio desde 1999, y las autoridades policíacas bautizaron a la organización previo a entrar al cartel del Golfo, como Los Pipas, porque parte de la droga era transportada en camiones cisterna acondicionados.

Carlos Humberto, de 44 años, Guillermo Vinicio, de 41, y Roger Alberto, de 32, todos originarios de Morales, Izabal, llegaron a establecerse de tal forma en el narcotráfico que Otto los involucró en asuntos mayores.

Guillermo Vinicio es conocido como Willy o Hill y de acuerdo con investigaciones policíacas, el tráfico de estupefacientes lo comenzó por medio de sus empresas Transportes Pesados del Atlántico y Refrigerados Herrera. Fue delegado por su hermano para facilitar el trasiego de drogas por la vía marítima desde El Salvador hacia México. Los hermanos Herrera García son buscados por el Gobierno de Estados Unidos.

Aunque ninguno de los tres ha sido capturado, sus nombres han aparecido en los medios de comunicación. En septiembre de 2002 se vieron inmiscuidos en un tiroteo que se produjo en la aldea La Pepesca, Río Hondo, Zacapa. En ese entonces, hubo dos campesinos fallecidos. El móvil fue el robo de 2 mil kilogramos de cocaína por miembros de la organización León Lara, que opera en esa zona.

Los hermanos Herrera, señalan las autoridades, tuvieron vínculos con Jesús Guillermo Ramírez Gómez, narcotraficante extraditado por Estados Unidos en 1999.

Los subordinados del clan Herrera


Según las investigaciones de seguridad pública, nombres como el de Gladys Muñoz y Vilma Alvarenga figuran en la red como lavadoras de dinero.

Muñoz fue asesinada en junio de 2005 por varios balazos en un sector de la zona 6 de Mixco.

Alvarenga, por su parte, señalan las autoridades es esposa del narcotraficante Jorge Mario Paredes Córdova, el Gordo Paredes, y cobró relevancia en noviembre de 1999 tras el secuestro y muerte de su hijo Gary Castañeda. Sus plagiarios exigían US$300 mil por su liberación.

En enero del año pasado, el Servicio de Análisis e Información Antinarcótica (SAIA) detalló que ella fue investigada por lavar dinero del cartel del Golfo, como parte de las indagaciones se concluyó que la muerte de Castañeda fue una venganza por robar droga valorada en la misma cantidad del rescate, no se determinó el otro grupo rival.

Como colaboradora también destaca Nancy Auyón. Su trabajo, según la SAIA, era facilitar e informar de las actividades del trasiego de drogas. Es esposa de Byron Linares Cordón, y en el
organigrama de Herrera es administradora de los bienes del ahora capturado en Colombia.

En febrero de 2006, la Embajada de Estados Unidos anunció la recompensa de Q1.5 millones a quien informara del paradero de Linares, ya que se le acusa de tráfico de drogas.

Las autoridades salvadore-ñas ubicaban a Linares como el quinto hombre poderoso en la red de narcotráfico que funcionaba en ese país, porque recibía la droga, la transportaba y guardaba los cargamentos en Guatemala.

El 22 de mayo de 2003 fue capturado en la zona 16, pero fue dado en libertad por medida sustitutiva.

El enlace colombiano

Herrera buscó tener siempre en su estructura a personas que dieran la cara con los carteles de Colombia. Para ello tuvo a Juan Carlos Ospina González.

Esta persona, cuya nacionalidad no fue establecida ya que siempre se identificaba con papeles falsos, pasó por los tribunales de justicia nicaragüenses por narcotráfico.

Ospina fue sorprendido el 22 de noviembre de 2002 por la Policía Nacional de Nicaragua cuando transportaba 525 kilos de cocaína, valorados en US$1 millón (Q7.7 millones).

En la organización de Herrera, Ospina González se ubica como el poderoso después de los hermanos de Otto. Las autoridades aseguran que él era el enlace de Herrera con los carteles colombianos.

Según publicaciones de El Nuevo Diario de Nicaragua, una juez le dio orden de libertad por fianza por supuestos padecimientos cardíacos, el examen médico presentado a la juez era falso y se presume que se pagaron alrededor de US$120 mil en sobornos. Desde entonces no se le ubicó en ningún país. Se conducía en el auto de otro narco.

Las autoridades nicaragüenses describen a Ospina “como peligroso” y por tener contactos en toda la región. Al momento de su captura se conducía en un automóvil con placas guatemaltecas que servía de colero del camión que transportaba la droga. Según los registros automovilísticos de Guatemala, se trataba de un Honda Civic modelo 92 a nombre de César Augusto Molina Maldonado, un narcotraficante reclamado por el Gobierno de Estados Unidos.

A Molina Maldonado, alias El Tierno, se le vincula con el cartel Luciano y fue capturado por agentes de la SAIA en la 13 calle y calzada Aguilar Batres zona 11, en agosto de 2005. Es uno de los extraditables, requerido por el distrito de Maryland acusado de tráfico de drogas.

Según informes, entre 2000 y 2001 Ospina viajó a Panamá, Costa Rica y Miami y se presume que fue para hacerle contactos a Herrera.

Los otros enlaces de Herrera eran José Fernando Arizabaleta y Carlos Eduardo Rodríguez Monar, de nacionalidad colombiana. Hace cuatro años fueron capturados en la casa de Herrera, donde se decomisaron US$14 millones (Q107.8 millones). A Arizabaleta y Monar, en noviembre de 2004, el Tribunal Tercero de Sentencia los condenó a cinco años de prisión, pero por el delito de encubrimiento. La petición del Ministerio Público era por lavado de dinero; fueron condenados a cinco años, sin embargo, no cumplieron la condena y se encuentran en libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario