martes, 17 de mayo de 2011

Zetas asesinan a 29 jornaleros en Petén

Las fuerzas de seguridad calificaron ayer de macabro el descubrimiento de 27 personas asesinadas, que además fueron decapitadas en la finca Los Cocos, La Libertad, Petén.


De acuerdo con las primeras investigaciones del Ministerio Público (MP), la Policía Nacional Civil (PNC) y del Ministerio de Gobernación, todo apunta que las víctimas fueron ejecutadas por el grupo de narcotraficantes denominado Z 200, un ramal de los Zetas, originario de México.
El hallazgo fue reportado por varios pobladores que se acercaron a la finca para comprar queso y crema. Sin embargo, lo que encontraron les erizó la piel: en el patio de ese inmueble vieron los restos de las víctimas, de las cuales al cierre de esta edición solo habían sido identificadas seis.
Esta noticia dio la vuelta al mundo y en pocas horas, diarios de México, España, Centroamérica, Colombia, Perú, entre otros, reportaban el hecho como “el hallazgo macabro en Guatemala”.
Resultado dantesco
Según el MP, el acta del procesamiento de la escena del crimen cerró así: “Un cuerpo completo, 26 cuerpos sin cabeza y 23 cabezas”.
Fueron asesinados 25 hombres y dos mujeres, que estaban atados de las manos, y de los cuales 26 habían sido decapitados.
Los victimarios dejaron dos paredes con pintas dirigidas al propietario de la finca, Otto Salguero. Las leyendas fueron escritas con la sangre, en apariencia, de una de las piernas de las víctimas.
Pobladores cercanos dijeron que los muertos eran trabajadores de la finca Los Cocos, la mayoría originarios de Cerro Chino, Los Amates, Izabal.
Hasta ahora, las autoridades atribuyen la masacre a una supuesta disputa de territorio y una venganza contra Salguero, un supuesto ganadero del área.
Incursión
Según las primeras investigaciones, durante la madrugada de ayer, más de 50 hombres vestidos con uniformes militares ingresaron en la finca, ubicada en el kilómetro 569 de la ruta a El Naranjo, en La Libertad, Petén.
Tanto la PNC como el MP coinciden en que los Zetas llegaron a la finca en 12 vehículos tipo agrícola y, con armas en mano, reunieron a los trabajadores en la casa patronal.
Les exigieron revelar dónde se encontraba el dueño de la propiedad. Al no obtener respuesta, procedieron a asesinarlos uno a uno.
Los delincuentes esparcieron los restos de las víctimas por los alrededorres de la vivienda e incluso una de las cabezas se encontraba dentro de un pozo.
De acuerdo con informaciones obtenidas en el lugar, los delincuentes eran dirigidos por una persona a quien le llamaban Kaibil.
También se estableció que dejaron vivo a uno de los trabajadores, a quien le delegaron el cuidado de varios niños que vivían allí, y que de inmediato fueron puestos a resguardo por las autoridades.
El sobreviviente relató que fue hasta las 5 horas de ayer cuando pudo salir de la finca para pedir auxilio. El problema fue que el poblado más cercano está a más de una hora de distancia a pie.
Las autoridades vinculan a Salguero con actividades del narcotráfico, aunque pobladores aseguran que es un ganadero.
Los pocos habitantes de la región dijeron estar atemorizados, pues temen que ocurra otro hecho similar.
Vinculan secuestro
Las amenazas contra Salguero, en apariencia, iniciaron a principios de mayo, por supuestos malos negocios.
Investigadores afirman que el secuestro de Luis Carlos Bardales Chacón, esposo de Keiry Eunice Franco Salguero, fue perpetrado por los Zetas el 10 de mayo último en San Benito, Petén.
A los familiares de la víctima los plagiarios les exigían Q450 mil para liberarlo. Días después también secuestraron a Franco Salguero y a Luis Bardales Tobar, padre de Luis Carlos y suegro de Keiry, cuando se dirigían a pagar el rescate.
Los cadáveres mutilados de Bardales Tobar y Franco Salguero aparecieron el viernes último por la noche en el 55 kilómetro de la ruta entre La Libertad y Sayaxché, Petén.
En ese lugar fue hallado una nota en la que se leía: “Otto Salguero voy por tu cabeza, Z 200”.
Ayer, integrantes de este grupo lo buscaron en su finca y, al no encontrarlo, asesinaron a sus trabajadores. Dejaron otro mensaje pintado con sangre: “Que ondas, Otto Salguero, te voy a encontrar y así te voy a dejar a tí”.
Vigilancia y escena
Jaime Otzín, director de la PNC, confirmó que en el hecho están involucrados grupos de narcotraficantes que operan en el norte de Guatemala, pero no precisó detalles porque aún se investiga el caso.
El ministro de Gobernación, Carlos Menocal, confirmó la versión de Otzín. “Es una masacre delesnable y se les puede atribuir a los Zetas, pues estos dejaron rótulos por todos lados”, comentó.
Rony Urízar, vocero del Ejército guatemalteco, informó que decenas de militares fueron enviados a la zona de la frontera con México, a unos cien kilómetros de la finca Los Cocos, para evitar que los delincuentes huyan hacia ese país.
“Se ha ordenado vigilancia aérea y terrestre, y estamos coordinando con las autoridades mexicanas para evitar que —los asesinos— huyan”, precisó Urizar.
Debido a la complejidad del hecho, el MP envió siete equipos para procesar la escena del crimen y, al cierre de esta edición, seguían buscando tres cabezas de las víctimas.
Los cuerpos serán enviados a la morgue de Poptún para continuar con los peritajes.
Entre las diligencias se usó un detector de metales para establecer el uso de las armas de fuego, y anoche se reportó el hallazgo de varios casquillos.
La fiscal general Claudia Paz y Paz se comprometió a esclarecer el crimen sin importar las consecuencias ni quién sea el responsable de la masacre.
Petén ha sido utilizado desde hace varios años por grupos del narcotráfico internacional como ruta para trasladar droga que llega a esa zona por vía aérea procedentes de Sudamérica y que luego es trasladada a México.

 

jueves, 5 de mayo de 2011

Juan Ortiz utilizó barcos pesqueros para trasegar más de 3 mil kilos de cocaína hacia la frontera con México en 2009

El expediente de extradición 3-2011 da cuenta que el presunto narcotraficante era el amo y señor de las aguas del Pacífico y que operó con absoluta impunidad junto a Mauro Salomón Ramírez Barrios.



El presunto narcotraficante guatemalteco, Juan Alberto Ortiz López, detenido el 30 de marzo pasado y acusado por el Gobierno de los Estados Unidos por los delitos de conspiración para traficar cocaína y conspiración para distribuir droga, montó una organización que fue capaz de transportar por la vía marítima 3 mil 200 kilogramos de cocaína solo en 2009.
Tal información consta en el expediente de extradición 3-2011 que conoce el Tribunal Quinto de Sentencia.

El documento asegura que Ortiz López era el amplio dominador de las aguas de la Costa Sur del Pacífico guatemalteco, ruta utilizada para llevar los cargamentos de cocaína con dirección a México y posteriormente a Estados Unidos.

Según las investigaciones realizadas por la Agencia Antidrogas del país del norte (DEA, por sus siglas en inglés), el presunto narcotraficante tenía bajo su cargo a Mauro Salomón Ramírez Barrios, detenido en Quetzaltenango en octubre de 2010. Por este último también pesa una solicitud de extradición a petición de la DEA y el Gobierno de Estados Unidos.

En el expediente se menciona que ambos, Ortiz y Ramírez, eran los responsables de organizar la logística para trasladar los estupefacientes. Según las pesquisas, los capos utilizaban decenas de embarcaciones pesqueras en las que se ocultaba la droga para trasladarla por la vía marítima. Además se presume que también ordenaban la fabricación de semisumergibles hechizos, para transportar la mercadería.

El documento detalla que de los 3 mil 200 kilogramos de cocaína fue posible ubicar 20 de estos en un operativo realizado en 2009. El documento individualiza únicamente a Ortiz y Ramírez Barrios como los responsables del tráfico de cocaína dentro de esa organización.

Millones invertidos en caballos

Chamalé había invertido parte de su fortuna en el gasto millonario de caballos en su mayoría de raza española.

Era tanto su gusto por lo caballos que en 2009 y 2010 mandó a imprimir calendarios con fotografías de sus equinos más queridos.

Kabileno, Gabarrero, Máximo, Virtuoso, y Gladiador son algunos de los ejemplares utilizados para adornar cada uno de los meses del año.

Uno de esos calendarios fue revisado por elPeriódico y se pudo constatar la pasión que Chamalé sentía por esos animales.

En la parte final del calendario, el presunto capo envía un mensajes a sus amigos así como familiares y les agradece por todo su apoyo. Él aparece junto a uno de sus caballos.

Además, agradece a Dios y pide bendiciones para que en Guatemala haya paz y tranquilidad.

Expertos consultados por elPeriódico resaltan que los caballos españoles, propiedad de Chamalé, van desde US$10 mil hasta los US$20 mil.

Los calendarios fueron distribuidos entre familiares, amigos, políticos y empresarios de todo el país, pero principalmente en los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango.

“Chamalé”, el hombre que amasa una millonaria fortuna

En sur occidentedel país, hablar de él es hablar de un hombre que levanta tanto admiraciones como odios y rencores.
“Yo lo quiero a él, porque siempre estuvo atento de mí y mi familia. No me importa que lo acusen de narcotraficante, igual yo estaré con él en las buenas y las malas”, así se expresa un trabajador de Juan Alberto Ortiz López, alias Chamalé.

En las calles de Malacatán, San Marcos, no es difícil encontrar quien hable sobre Chamalé. Luego de su captura el 30 de marzo pasado, casi nada ha cambiado en ese municipio, la vida sigue igual.

El calor sofocante característico de la denominada boca costa guatemalteca, era el escenario donde operaba uno de los narcos más buscados en los últimos años en Guatemala y solicitado en extradición por Estados Unidos.

¿Usted conocía a Juan Ortiz? Aquí todo lo conocíamos responde un anciano de uno 75 años. Ay, joven, si él le daba trabajo en sus fincas a muchas personas, ya verá que con su captura muchos se van a quedar sin trabajo.

Juan Ortiz se convirtió en el “mandamás” de esa región del país. Hasta el momento las autoridades guatemaltecas dirigidas por agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en ingles), únicamente han allanado la finca Betel ubicada en Malacatán, una de sus muchas propiedades.

Su imperio abarca fincas en varios municipios de San Marcos y Quetzaltenango, al igual que hoteles, buses y empresas de cable. Sin embargo, ninguno de su bienes se ha embargado, casi todo se encuentran a nombre de testaferros, su fortuna se calcula en más de Q100 millones de acuerdo con fuentes de Gobernación.

Don Juan sigue allí

Catarina, otro de los municipios de San Marcos donde operaba Chamalé, punto estratégico por la cercanía con México y su topografía.

En el lugar el acento mexicano es más común que el guatemalteco, incluso, cuando uno llega a una tienda muchos de los productos vienen del otro lado de la frontera.

“A pesar de que capturaron a don Juan, él sigue aquí porque lo recordamos todos los días, yo participé en la marcha para apoyarlo porque él es un hombre inocente”, dice una mujer.

Son más lo que hablan bien de Chamale que quienes lo critican. Muchos no dicen nada porque temen a las represalias y venganzas.

Una persona propietaria de un restaurante dice que la detención de Juan Ortiz es positiva. ¿Por qué cree que es buena su captura? Ellos los narcotraficantes hacen lo que se les da la gana aquí, dice mientras no deja de mirar a sus alrededor para que nadie de los clientes lo escuche. Muchos de los guardaespaldas y personas de confianza del detenido siguen viviendo en el mismo lugar.

Catarina y Malacatán distan a unos 20 kilómetros un municipio del otro. Pero son tan parecidos que no se notan mucho las diferencias y ambos, además, tenían algo en común: eran los dos lugares donde más se movilizaba Chamale.

En lo que sí coinciden todos lo entrevistados es que don Juan se convirtió en uno de los hombres más acaudalados de la región en los últimos diez años.

En San Rafael Pie de la Cuesta, otro de los municipios de San Marcos, donde Chamalé también tenía presencia. Él nos quería quitar nuestras tierras y qué bueno que ahora está preso, comenta una persona.

Sus gustos

“Un pez gordo” como fue catalogado al momento de su captura por el ministro de Gobernación, Carlos Menocal, era amante de los caballos. Parte de su fortuna la utilizaba para adquirir finos equinos que le gustaba exhibir en ferias de distintos puntos del país.

“Ufff, viera que bonitos los caballos que ese señor tenía, cuenta un vecino de Catarina mientras su mirada se pierde en el horizonte” “con el precio de uno de esos animales me compro, una casa pequeña y hasta una moto”, dice.

Por supuesto que Chamalé como muchos de los narcotraficantes de las películas y la vida real tenía vida amorosa con varias mujeres, la mayoría de ellas de la zona costera del pacífico guatemalteco.

Hay quienes afirman que también del otro lado de la frontera en México además de muchas propiedades y otras relaciones sentimentales.

Después de su captura

La vida en los municipios donde operaba Chamaleé sigue igual. Los primeros días después de su captura hubo marchas de apoyo, incluso, el miércoles pasado un grupo de sus simpatizantes llego hasta la capital para exigir su liberación.

En Malacatán, su principal centro de operaciones, muchos lamentan su captura y otros tantos la aplauden. Ahora falta esperan como sucede en muchos casos, cuál será la recomposición de grupos del narcotráfico en esa región del país.

Las autoridades guatemaltecas y estadounidenses agilizan los trámites de extradición de Juan Ortiz.

El analista Édgar Gutiérrez resalta que Chamalé, es uno de los cinco capos del narcotráfico más importantes del país.
El detenido mantenía una estrecha relación con el narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán.