jueves, 5 de mayo de 2011

Juan Ortiz utilizó barcos pesqueros para trasegar más de 3 mil kilos de cocaína hacia la frontera con México en 2009

El expediente de extradición 3-2011 da cuenta que el presunto narcotraficante era el amo y señor de las aguas del Pacífico y que operó con absoluta impunidad junto a Mauro Salomón Ramírez Barrios.



El presunto narcotraficante guatemalteco, Juan Alberto Ortiz López, detenido el 30 de marzo pasado y acusado por el Gobierno de los Estados Unidos por los delitos de conspiración para traficar cocaína y conspiración para distribuir droga, montó una organización que fue capaz de transportar por la vía marítima 3 mil 200 kilogramos de cocaína solo en 2009.
Tal información consta en el expediente de extradición 3-2011 que conoce el Tribunal Quinto de Sentencia.

El documento asegura que Ortiz López era el amplio dominador de las aguas de la Costa Sur del Pacífico guatemalteco, ruta utilizada para llevar los cargamentos de cocaína con dirección a México y posteriormente a Estados Unidos.

Según las investigaciones realizadas por la Agencia Antidrogas del país del norte (DEA, por sus siglas en inglés), el presunto narcotraficante tenía bajo su cargo a Mauro Salomón Ramírez Barrios, detenido en Quetzaltenango en octubre de 2010. Por este último también pesa una solicitud de extradición a petición de la DEA y el Gobierno de Estados Unidos.

En el expediente se menciona que ambos, Ortiz y Ramírez, eran los responsables de organizar la logística para trasladar los estupefacientes. Según las pesquisas, los capos utilizaban decenas de embarcaciones pesqueras en las que se ocultaba la droga para trasladarla por la vía marítima. Además se presume que también ordenaban la fabricación de semisumergibles hechizos, para transportar la mercadería.

El documento detalla que de los 3 mil 200 kilogramos de cocaína fue posible ubicar 20 de estos en un operativo realizado en 2009. El documento individualiza únicamente a Ortiz y Ramírez Barrios como los responsables del tráfico de cocaína dentro de esa organización.

Millones invertidos en caballos

Chamalé había invertido parte de su fortuna en el gasto millonario de caballos en su mayoría de raza española.

Era tanto su gusto por lo caballos que en 2009 y 2010 mandó a imprimir calendarios con fotografías de sus equinos más queridos.

Kabileno, Gabarrero, Máximo, Virtuoso, y Gladiador son algunos de los ejemplares utilizados para adornar cada uno de los meses del año.

Uno de esos calendarios fue revisado por elPeriódico y se pudo constatar la pasión que Chamalé sentía por esos animales.

En la parte final del calendario, el presunto capo envía un mensajes a sus amigos así como familiares y les agradece por todo su apoyo. Él aparece junto a uno de sus caballos.

Además, agradece a Dios y pide bendiciones para que en Guatemala haya paz y tranquilidad.

Expertos consultados por elPeriódico resaltan que los caballos españoles, propiedad de Chamalé, van desde US$10 mil hasta los US$20 mil.

Los calendarios fueron distribuidos entre familiares, amigos, políticos y empresarios de todo el país, pero principalmente en los departamentos de San Marcos y Quetzaltenango.

“Chamalé”, el hombre que amasa una millonaria fortuna

En sur occidentedel país, hablar de él es hablar de un hombre que levanta tanto admiraciones como odios y rencores.
“Yo lo quiero a él, porque siempre estuvo atento de mí y mi familia. No me importa que lo acusen de narcotraficante, igual yo estaré con él en las buenas y las malas”, así se expresa un trabajador de Juan Alberto Ortiz López, alias Chamalé.

En las calles de Malacatán, San Marcos, no es difícil encontrar quien hable sobre Chamalé. Luego de su captura el 30 de marzo pasado, casi nada ha cambiado en ese municipio, la vida sigue igual.

El calor sofocante característico de la denominada boca costa guatemalteca, era el escenario donde operaba uno de los narcos más buscados en los últimos años en Guatemala y solicitado en extradición por Estados Unidos.

¿Usted conocía a Juan Ortiz? Aquí todo lo conocíamos responde un anciano de uno 75 años. Ay, joven, si él le daba trabajo en sus fincas a muchas personas, ya verá que con su captura muchos se van a quedar sin trabajo.

Juan Ortiz se convirtió en el “mandamás” de esa región del país. Hasta el momento las autoridades guatemaltecas dirigidas por agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en ingles), únicamente han allanado la finca Betel ubicada en Malacatán, una de sus muchas propiedades.

Su imperio abarca fincas en varios municipios de San Marcos y Quetzaltenango, al igual que hoteles, buses y empresas de cable. Sin embargo, ninguno de su bienes se ha embargado, casi todo se encuentran a nombre de testaferros, su fortuna se calcula en más de Q100 millones de acuerdo con fuentes de Gobernación.

Don Juan sigue allí

Catarina, otro de los municipios de San Marcos donde operaba Chamalé, punto estratégico por la cercanía con México y su topografía.

En el lugar el acento mexicano es más común que el guatemalteco, incluso, cuando uno llega a una tienda muchos de los productos vienen del otro lado de la frontera.

“A pesar de que capturaron a don Juan, él sigue aquí porque lo recordamos todos los días, yo participé en la marcha para apoyarlo porque él es un hombre inocente”, dice una mujer.

Son más lo que hablan bien de Chamale que quienes lo critican. Muchos no dicen nada porque temen a las represalias y venganzas.

Una persona propietaria de un restaurante dice que la detención de Juan Ortiz es positiva. ¿Por qué cree que es buena su captura? Ellos los narcotraficantes hacen lo que se les da la gana aquí, dice mientras no deja de mirar a sus alrededor para que nadie de los clientes lo escuche. Muchos de los guardaespaldas y personas de confianza del detenido siguen viviendo en el mismo lugar.

Catarina y Malacatán distan a unos 20 kilómetros un municipio del otro. Pero son tan parecidos que no se notan mucho las diferencias y ambos, además, tenían algo en común: eran los dos lugares donde más se movilizaba Chamale.

En lo que sí coinciden todos lo entrevistados es que don Juan se convirtió en uno de los hombres más acaudalados de la región en los últimos diez años.

En San Rafael Pie de la Cuesta, otro de los municipios de San Marcos, donde Chamalé también tenía presencia. Él nos quería quitar nuestras tierras y qué bueno que ahora está preso, comenta una persona.

Sus gustos

“Un pez gordo” como fue catalogado al momento de su captura por el ministro de Gobernación, Carlos Menocal, era amante de los caballos. Parte de su fortuna la utilizaba para adquirir finos equinos que le gustaba exhibir en ferias de distintos puntos del país.

“Ufff, viera que bonitos los caballos que ese señor tenía, cuenta un vecino de Catarina mientras su mirada se pierde en el horizonte” “con el precio de uno de esos animales me compro, una casa pequeña y hasta una moto”, dice.

Por supuesto que Chamalé como muchos de los narcotraficantes de las películas y la vida real tenía vida amorosa con varias mujeres, la mayoría de ellas de la zona costera del pacífico guatemalteco.

Hay quienes afirman que también del otro lado de la frontera en México además de muchas propiedades y otras relaciones sentimentales.

Después de su captura

La vida en los municipios donde operaba Chamaleé sigue igual. Los primeros días después de su captura hubo marchas de apoyo, incluso, el miércoles pasado un grupo de sus simpatizantes llego hasta la capital para exigir su liberación.

En Malacatán, su principal centro de operaciones, muchos lamentan su captura y otros tantos la aplauden. Ahora falta esperan como sucede en muchos casos, cuál será la recomposición de grupos del narcotráfico en esa región del país.

Las autoridades guatemaltecas y estadounidenses agilizan los trámites de extradición de Juan Ortiz.

El analista Édgar Gutiérrez resalta que Chamalé, es uno de los cinco capos del narcotráfico más importantes del país.
El detenido mantenía una estrecha relación con el narcotraficante mexicano Joaquín el Chapo Guzmán.

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